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El agar en las cocinas de estrella Michelin

Durante cuatro siglos, los franceses dominaron la alta cocina, sus recetas se transmitieron de mano en mano y sus libros de cocina se convirtieron en el timón de los futuros chefs. Pero en 2003, todo cambió. Ferrán Adriá acaparó la portada de The New York Times con el titular ‘La Nueva Cocina’ y después de 400 años, el foco de atención se dirigió hacia los fogones de España. 

El agar es parte de esta historia. En la década de los 80, figuras culinarias como Juan Maria Arzac, Martín Berasategui o Ferran Adria comenzaron a desarrollar un nuevo tipo de cocina en busca de una experiencia sensorial completa y una revolución de los procedimientos llevados a cabo hasta el momento. Se reinventaron y mejoraron platos tradicionales y se incorporaron técnicas y sabores de Oriente, África y Japón… Se estudiaron nuevos materiales como el mousse o las esferas, y aparecieron en la cocina elementos antes invisibles, como el nitrógeno líquido, el agar-agar o la goma xantana.  

La entrada del agar-agar en la historia culinaria de España se remonta a 1998 y, como no, por casualidad. Ferran Adria y su equipo acudieron a un restaurante japonés de Barcelona, donde comieron una sopa que contenía los ingredientes gelatinosos del agar-agar, que no se derrite con el calor. Aquí comienza la historia de la gelatina caliente, una de las fuentes culinarias más populares de El Bulli, lo que a primera vista parecía imposible, porque la gelatina tiene la propiedad de ser líquida cuando está caliente y sólida cuando está fría.  

Albert Adria y Oriol Castro, interesados por este descubrimiento, comenzaron a triturar fibras de agar-agar, descubriendo que podía soportar temperaturas de hasta 85 °C y que permitía producir agar caliente. En julio de 1998 se introdujo por primera vez un plato que presentaba gelatina caliente, el sorbete de roquefort con jalea de manzana caliente.  

Pero la relación de Ferrán Adriá con el agar-agar no acabó ahí. El equipo de El Bulli se propuso explorar las posibilidades de la gelatina fría para abrir un abanico de posibilidades. El agar-agar les posibilitó hacer láminas de gelatina que transforman en una nueva «pasta» para sus platos, creando pastas o ravioles con nuevos sabores. 

Desde entonces, el agar-agar se ha convertido en uno de los elementos básicos de las cocinas con estrella Michelin. 

¿CÓMO SE ORIGINÓ EL PRIMER CULTIVO CON AGAR?

Si has llevado prácticas de microbiología para cultivar bacterias u hongos en placas de Petri seguramente hayas utilizado el agar como medio de cultivo. A pesar de que a día de hoy el agar es un elemento fundamental en los laboratorios, no siempre estuvo a disposición de los científicos. Los primeros bacteriólogos utilizaban alimentos como las claras del huevo coagulada o la carne para el cultivo de microorganismos.

A finales del siglo XIX el médico y microbiólogo Robert Koch comenzó a utilizar en su laboratorio la gelatina procedente de huesos del ganado como agente solidificante. No obstante, se percataron del problema de su aplicación: la gelatina se derrite a 37º C, impidiendo la incubación de las bacterias cuando estas necesitan mayores temperaturas para crecer de manera óptima. Además, muchas bacterias eran capaces de degradar la gelatina e incluso utilizarla como nutriente. Así, se dejó de lado la gelatina.

Al mismo tiempo, Fanny Hesse, esposa de un científico que formaba parte del equipo de Robert Koch y asistenta técnica de este sin remunerar, recomendó a su marido el uso de agar a raíz de que algunos amigos suyos que habían viajado a Indonesia se lo habían recomendado para su uso en la preparación de mermeladas y otros postres de manera que no se derritiesen bajo las temperaturas tropicales.

Así es como, gracias a las propiedades del agar, se implantaron medios de cultivo sólidos más estables que permitían aislar y estudiar numerosos microorganismos, siendo estos sólidos, transparentes y estériles. Sin embargo, como muchas otras mujeres científicas antes y después de ella, Fanny Hesse no recibió ningún reconocimiento o crédito por su grandioso hallazgo.

ARTE A TRAVÉS DEL AGAR

Anualmente la Sociedad Estadounidense de Microbiología (ASM) realiza el Agar Art Competition, un proyecto reflejado bajo su lema “obras de arte con bacterias vivas”, donde arte y ciencia se fusionan. La sociedad fue fundada en 1899 con el objetivo claro de promocionar y hacer avanzar el mundo de la microbiología. Con este objetivo, y remontándose a la temática naturalista general a lo largo de la historia del arte, pensaron que la microbiología podía convertirse también en una fuente de inspiración para los artistas. 

De esta manera, se podía unir a los científicos y al público interesado en la ciencia con la microbiología, además de cooperar en el olvido de los prejuicios de la sociedad contra los virus y las bacterias. Como resaltó Katherine Lontok, gerente de difusión pública de ASM “Los microbios, como las bacterias y los virus, a menudo se ven con una luz negativa debido a su asociación con la enfermedad, pero muchos de ellos no solo son muy hermosos, sino que son esenciales para nuestro mundo”. 

Las reglas a seguir en el concurso son simples: todas las entradas deben originarse utilizando bacterias vivas, cultivadas en muestras extraídas en agar. Estas deben ser mostradas en una placa de Petri, formando en esta la composición o figura que el autor haya escogido y sin necesidad de un microscopio para poder apreciar la obra. Al concurso pueden presentarse científicos, aficionados e incluso los más pequeños, habiendo dos categorías infantiles. La selección de los ganadores se llevará a cabo bajo criterios de creatividad, originalidad y calidad del diseño de la obra, así como teniendo en cuenta la especificidad científica de sus descripciones y la capacidad de ser entendida por la audiencia general. 

Existes 3 categorías a tener en cuenta para participar: Tradicional profesional (el cultivo es creado en un entorno de laboratorio), Tradicional no profesional (trabajos realizados en un entorno informal) y Abierta (obras que utilizaron cualquier medio). En la pasada edición se presentaron 300 obras de 34 países diferentes. 

El plazo de inscripción para la edición de este año 2022 se abrirá en septiembre. 

AGAR-AGAR: EL NUEVO ALIADO VEGANO

Uno de los aspectos que más preocupaba a los seguidores del movimiento vegano era lograr que los alimentos de esta línea presentaran la textura compacta y homogénea característica de los productos originales cárnicos. La incorporación del agar en este tipo de recetas ha conquistado el estómago de los consumidores y casi suplantado el aspecto de los embutidos tradicionales. A esto se suma que, debido a sus propiedades incoloras e insípidas, no alteran la receta ni al paladar ni de forma visual.

El movimiento vegano ha crecido enormemente a lo largo de los años por muy diversos motivos: cuestiones de salud, el incremento de conciencia medioambiental que nuestra sociedad ha experimentado, etc. Todos ellos han conseguido que los sustitutivos de alimentos cárnicos y las cifras estimadas de la población mundial que siguen este estilo de vida sigan en aumento.

Uno de los productos estrella que ha causado más sensación en los mercados veganos ha sido el embutido. Desde el calabizo (chorizo veggie a base de calabaza) hasta la morcilla de arroz vegana, pasando por distintas ofertas de salchichón, jamón y mortadela.

De forma general estos alimentos se encuentran elaborados de soja, algunos con clara de huevo (apto solo para vegetarianos) y en ocasiones alubias. Aunque no es muy utilizado, en ocasiones también se pueden sumar ingredientes como la berenjena o la calabaza.

Diferencias entre el agar en polvo, tiras y copos

El agar alimenticio se puede distribuir en diferentes formatos y, aunque el más común es el agar en polvo, también podemos encontrar en el mercado agar en tiras y polvo. 

Cuando el agar se presenta en polvo y copos, estos contienen una mayor cantidad de fibra, puesto que el agar está más concentrado. Es muy común encontrarlo en las cocinas, puesto que no necesita hidratación previa. 

Uno de los factores a tener en cuenta, especialmente entre el polvo y los copos, es el tiempo de cocción, puestos que los copos necesitan hasta 15 minutos, mientras que el polvo solo 2. Además, hay que tener cuidado de no crear grumos cuando se trata de copos. 

En cuando a las tiras, es más común utilizarlas en ensaladas, aunque requiere una elaboración previa, como añadir a remojo durante media hora antes de utilizarlas.

Si tiene alguna duda con el uso del agar, nuestro departamento de atención al cliente, estará encantado de ayudarle. 

El uso del agar en productos cosméticos

Las propiedades beneficiosas para la piel de las algas se conocen desde hace siglos pero para ver su aplicación en la producción industrial tuvimos que esperar hasta la Francia de principios del siglo XX. Allí comenzaron los primeros laboratorios especializados en la investigación y desarrollo de productos cosméticos. 

Los primeros productos fabricados a base de algas fueron jabones, cremas de afeitar, champús, tintes, lápices de labios, tónicos, maquillaje, espumas y una gran variedad de productos de baño. Su éxito fue casi inmediato y su demanda creció. Resultaban beneficiosos por su alto contenido en oligoelementos, sales minerales, vitaminas y aminoácidos que ayudan a mantener el buen aspecto de la piel, ya que son directamente asimilables por las células cutáneas. 

Las formas de aplicación más común son geles, mascarillas, emulsiones, champús, lociones y cremas, y entre sus múltiples usos se destaca los tratamientos tonificantes, hidratantes, rejuvenecedores y anticelulíticos. 

A día de hoy, en la composición de productos cosméticos, no solo se usan algas, también productos derivados de ellas como el agar-agar. Es uno de los elementos más comunes por sus propiedades suspensivas, emulsionantes, estabilizantes y gelificantes que evitan incorporar grasa al producto, una característica muy importante a la hora de desarrollar productos para la piel. Además, no es tóxico ni irritante, básico para personas con problemas cutáneos.

Categoría: Agar Alimenticio, Agar Bacterológico

El agar  es  el  hidrocoloide  más saludable del mercado

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Comencemos con una pequeña explicación sobre qué son los hidrocoides. Los hidrocoides son una gran familia de polisacáridos y proteínas que se disuelven en agua en forma de coloides y son altamente propensos a formar geles. Gracias a esta s propiedades tienen una amplia variedad de aplicaciones, ayudan a texturizar, espesar, aglutinar, emulsionar, estabilizar, forman espumas, películas, gelifican, clarifican y aumentan la adherencia. Debido a todas estas aplicaciones los encontramos de innumerables maneras en nuestra vida cotidiana.

Existe un amplio surtido de  hidrocoloides: Goma Guar, Konjac, gelatina, almidones, agar,  alginatos,  carragenatos…  Los encontramos de origen animal, como la gelatina, provenientes de la fruta, como la pectina, procedentes de las algas, como el agar o fabricados a base de vegetales, como la xantana.

De toda la gama de hidrocoides que encontramos en el mercado, el agar es la más saludable. Tradicionalmente, en la medicina tradicional asiática, se le han reconocido diversas propiedades. El agar es hidratante, fácilmente digestivo, saciante, regula el tránsito intestinal, aporta minerales, tiene menos de un 0.2% de grasas, disminuye la absorción de colesterol  y azúcar y  arrastra residuos tóxicos. Por último, es la principal alternativa vegana y natural a la gelatina de origen animal. En Agarmex, disponemos de un amplio surtido de agares bacteriológicos adaptados a cualquiera de sus necesidades.

Categoría: Agar Alimenticio

Aplicaciones del agar en la elaboración de alimentos.

El agar es un ingrediente utilizado en las cocinas de todo el mundo, ganando una gran popularidad en los últimos años, debido a  dos características fundamentales:  

En primer lugar, su gran capacidad para formar geles, le confiere una acción texturizante. El agar o, también llamado agar-agar, está compuesto principalmente de fibra, lo que lo convierte en una opción más saludable que otros espesantes de origen animal.  

En segundo lugar, el agar no tiene sabor, por lo que resulta perfecto como gelificante, sin modificar los sabores de la receta. 

El agar alimenticio se utiliza frecuentemente en dulces, como por ejemplo  helados, yogures, pastas, tartas, rellenos, coberturas, jaleas, lácteos, flanes, donas, yogures dulces tipo gomitas y cada vez se utiliza más en platos salados como : cremas, estofados (para dar consistencia a la salsa), embutidos veganos (para dar una mejor textura), pasteles salados, risottos, aderezos de ensaladas, rellenos, etc. entre otros platos.  

Su uso en la cocina comenzó en Japón y se extendió al resto del mundo gracias a su popularización en las cocinas de chefs de reconocido renombre, por lo que cada vez más común encontrar agar en las despensas de todo el mundo.  

El agar-agar se utiliza comúnmente en la fabricación de comida industrial por su capacidad emulsionante, gelificante, estabilizante y espesante. Como emulsionante, este ingrediente ayuda a mantener de manera homogénea una mezcla de dos o más fases inmiscibles entre sí como, por ejemplo, agua y aceite presentes en un producto alimenticio.  

Debido a sus propiedades como estabilizante el agar mantiene cierto estado fisicoquímico ideal en el alimento. Por último, como espesante permite el incremento de la viscosidad. 

Si quiere más información sobre los usos de nuestros agares alimenticios consulten a nuestro departamento comercial.  

El agar contiene más fibra que una manzana

Una de las propiedades más importantes del agar es que es una fuente abundante de fibra para nuestro organismo. La fibra es esencial en nuestra dieta diaria por varios motivos que a continuación detallamos.

Como todos sabemos, la fibra equilibra nuestro sistema digestivo, pero también es beneficiosa para el corazón, el colesterol, ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre e incluso hay estudios que la relacionan con beneficios a nivel psicológico.

El agar contiene 94,80% de fibra natural soluble, lo que supone una cantidad superior al resto de los alimentos de origen vegetal. Los alimentos enriquecidos en fibra (panes, galletas, cereales de desayuno, salvados, etc.) contienen del 6% al 45% de fibra.

El contenido de los suplementos dietéticos, tabletas y granulados oscila entre el 20% y el 80% de fibra. ¿Y una manzana? Una manzana mediana, comida con piel, contiene 4 gramos de fibra.

Como hemos visto, el agar puede convertirse en una de los principales ingredientes de la cocina para aportar la cantidad de fibra recomendada en nuestra dieta diaria. Por ello, cada vez más personas lo consideran un elemento básico de su despensa. Existe una gran variedad de recetas en las que podemos usar agar: flanes, mermeladas, salsas, pasteles dulces y salados, cremas… De esta manera, cada vez es más fácil preparar deliciosas recetas saludables y que ayuden a nuestro organismo.

¿Sabías que el agar se utiliza para pruebas diagnósticas?

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A día de hoy podemos diagnosticar una larga lista de enfermedades gracias al agar y a las peptonas. Se trata, por ejemplo, de enfermedades respiratorias, del tracto digestivo o urinarias. Para algunas de ellas existe un tratamiento eficaz, pero otras preocupan a la OMS porque son muy resistentes a los antibióticos. Por ello, un diagnóstico rápido gracias al agar es esencial.

Prácticamente a todos nos han diagnosticado una enfermedad con agar. En el caso de acudir a un centro médico con síntomas de una enfermedad causada por bacterias, nos tomarán una muestra que inoculará en un medio adecuado para la multiplicación de los microorganismos. ¿Para qué se hace este proceso? Para observar si la bacteria causante de la enfermedad está presente en nuestra muestra.

Este medio es agar sólido o líquido enriquecido con peptonas o distintas sustancias (azúcares, hidratos,…) que fomentan el crecimiento de la bacteria que nos interesa diagnosticar. De esta manera, en pocas horas, el laboratorio del centro médico será capaz de saber si nuestra enfermedad está relacionada con la infección de una bacteria, recetando el tratamiento adecuado para cada caso concreto.

Pero los usos del agar no acaban aquí. Gracias a los medios de cultivo con agar se pueden realizar ensayos con distintos antibióticos y así analizar su eficacia para luchar contra enfermedades concretas. De esta manera, cuando el tratamiento llega al paciente se conoce su eficacia y se sabe que es el más adecuado para cada caso concreto.

En Agarmex, disponemos de un amplio rango de agar bacteriológico de la más alta calidad.

Categoría: Agar Bacterológico